Zapatos: placer y dolor


          La historia del zapato es tan antigua como la humanidad misma. Existen evidencias sobre su uso a partir del 10.000 a, de C. Pinturas del periodo paleolítico en cuevas de España y Francia hacen ya referencias al calzado.

Chapines. Venecia. Hacia 1600.  © Victoria & Alber Museum. Londres.
Chapines. Venecia. Hacia 1600. © Victoria & Alber Museum. Londres.

          En el Museo Victoria & Albert y desde el 13 de junio hasta el 31 de enero de 2016 se celebra una excepcional muestra sobre la historia del calzado a lo largo de las distintas épocas y países del mundo. Se presentan mas de 200 pares. Desde sandalias decoradas con láminas de oro originarias del antiguo Egipto, hasta los modelos más elaborados de fabricantes actuales fabricados con una impresora 3D, con el objetivo de examinar el poder del zapato en la moda. Este recorrido histórico nos enseña una gama deslumbrante de zapatos históricos, muchos de los cuales no han sido mostrados antes. La muestra cuenta con el apoyo de las marcas Clarks y Agent Provocateur, quien a su vez la patrocinan. La mezcla de zapatos es variada: desde pares de la reina Victoria a modelos del siglo XVI hasta conocidos Manolo Blanhnik, Christian Louboutin, Jimmy Choo o Prada; acompañado por el calzado de famosas como Marilyn Monroe, Sarah Jessica Parker o Daphne Guinness.

Zapatos de boda "paduka"de la India. Oro y plata sobre madera. Hacia1800. © Victoria &  Alber Museum. Londres.
Zapatos de boda «paduka»de la India. Oro y plata sobre madera. Hacia1800. © Victoria & Alber Museum. Londres.

          La exposición explora tres ejes principales: transformación, estatus y seducción.

          “Los zapatos han sido, culturalmente, muy importantes a lo largo de la historia entre otras razones porque muestran el estatus de una persona. Cuanto más incómodos son, más rica y pudiente es la persona. Llevar puestos unos determinados zapatos puede significar querer pertenecer a un grupo exclusivo”, explica Helen Persson, comisaria de la exposición.

Zapatos para vendado de pies. China. Finales del siglo XIX. © Victoria & Alber Museum. Londres.
Zapatos para vendado de pies. China. Finales del siglo XIX. © Victoria & Alber Museum. Londres.

          Se trata de una exposición en la que los expertos en moda podrían inspirarse para saber cuáles serán las próximas tendencias.

Zapatos de mujer. Roger Vivier para Christian Dior. 1958-1960. © Victoria & Alber Museum. Londres.
Zapatos de mujer. Roger Vivier para Christian Dior. 1958-1960. © Victoria & Alber Museum. Londres.

           “Creo que, como editora de moda, es difícil predecir el futuro de los zapatos. Cuando surgió el Movimiento por la liberación de la mujer todo el mundo pensaba que solo utilizaríamos zapatos de hombre, cómodos, para salir corriendo. Pero ahora estamos viendo de nuevo zapatos con tacones altísimos”, asegura Suzy Menkes, editora internacional de Vogue.

Si visitáis Londres este año no debéis dejar de visitarla!!!

Zapatos "periquito". Caroline Groves. 2014. Inglaterra. Fotografía Dan Lowe.
Zapatos «periquito». Caroline Groves. 2014. Inglaterra. Fotografía Dan Lowe.
Zaparos de hombre. Coxton Shoe Co. Ltd. Hacia 1925. © Victoria & Alber Museum. Londres.
Zaparos de hombre. Coxton Shoe Co. Ltd. Hacia 1925. © Victoria & Alber Museum. Londres.
Botas "scotty". Diseño de Atalanta Weller. 2010. © Victoria & Alber Museum. Londres.
Botas «scotty». Diseño de Atalanta Weller. 2010. © Victoria & Alber Museum. Londres.

6 Comentarios

  1. europea de mediacion dice:

    Impresionantes los tres primeros «modelos».
    Vista al museo apuntado en pendiente.
    Saludos desde los Madridles

    1. Bárbara dice:

      ¡Sí que lo son! El Victoria y Alberto es un museo absolutamente espectacular. Un fuerte abrazo.

    1. Bárbara dice:

      ¡Desde luego! Un abrazo.

  2. Manuel S. dice:

    Que curioso «Cuanto más incómodos son, más rica y pudiente es la persona», yo añadiría «y mas estupida». Extraordinario como siempre Barbara!!!!

    1. Bárbara dice:

      Verderamente es interesante esta idea y con toda probabilidad es cierta. Hay muchas mujeres que se compran zapatos maravillosos y carísimos aunque produzcan dolor. Como siempre muchas gracias por comentar Manolo. Un fuerte abrazo de la historiadora sonriente.

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