
“Se ha dado el nombre de tontillo á los aros casi redondos en figura de un arco ú de elipse mas o menos ancha, que han inventado y llevado las mujeres debaxo de los vestidos de encima para darles mas apariencia, haciendoles ocupar mas lugar. Dias ha que existe esta moda tan singular, que no parece haber reynado entre los antiguos, pues sus trages flotantes caian con mucha gracia alrededor del cuerpo que cubrían, sin disfrazar el talle y la hechura. De esto se ven varios testimonios en los monumentos góticos que nos quedan: todavía se usan en los teatros, aunque ridiculizados con los baylarines con los toneletes, cuyo origen fue sin duda en un siglo de malísimo gusto y barbarie.
La palabra tontillo ha subsistido como nombre genérico; pero ya en el día se da el de caderillas a una especie de tontillos que se distinguen en la hechura y extensión.

Se puede considerar un tontillo, sea el que fuere, como si fuera un brial mas ó menos largo, pero muy ancho respecto de su alto, muy plegado por arriba, donde debe abrazar justamente la circunferencia del talle, y quedar mas ó menos extendido hacia abaxo por unas filas de ballena ú de juncos cosidos a la tela del brial á cierta distancia unas debaxo de otras, y que la ultima sea siempre la mayor en circunferencia. Se encaxa este brial lo mismo que otro cualquiera, quenado no está enteramente abierto con el auxilio de la abertura de arriba, de la de las faltriqueras y de la de atras: tiene su jareta en la que se mete un cordón para atarle y apretarle en la parte inferior del talle. Tambien hay tontillos abiertos de arriba abajo por detrás.

Los tontillos á la inglesa son los que sirven para vestidos de Corte, y de teatro; tienen de alto tres quartas, dos segundos o siete octavos, y de ancho unas quatro a cinco varas y quarta. Se guarnecen de ballena, y más comúnmente de junco por ser mas ligera. Este se saca de aquellos junquitos delgados de Indias, ó bejucos que se cortan por ambos lados para dejarlso quadrados: se cubren con una tela que sirve para poder coserlos al brial que ha de formar el tontillo. Se hace éste de tafetán; pero por lo regular de tela ligera. Los tontillos á la inglesa tienen tres codos de largo.
Dan el nombre de codo a una porción de junco ó ballena, que se coloca solamente á los lados del brial debaxo del codo, y que viene a atarse por las dos extremidades, la una por delante y la otra por detrás, en la primera fila de juncos, que abraza toda la circunferencia. También se hacen algunos tontillos á la inglesa, ú de Corte, de menor tamaño que el que se ha indicado antecedentemente; unos no tienen mas que una fila de juncos debaxo de los codos, y otros, dos.

Tambien se ha dado el nombre de codo á un pequeño tontillo, que no tenía mas que dos codos de largo y una sola fila de juncos, que le mantenía y terminaba el tontillo. En otro tiempo fue muy de moda; pero ya se ha pasado como muchas otras cosas.
Por el nombre de caderillas (ó guarda-infantes) se denotan en el dia los tontillos comunes. El guarda-infante propiamente dicho ó caderillas de Reyna, se hace de lienzo blanco, amarillo y holandilla, en lo que entran regularmente cinco varas y quarta, pero si son chicos con quatro y quarta hay bastante. A veces se hacen de burato ú de tafetán, su altura ó longituad es de tres quartas, dándolas mas o menos circunferencia, desde cinco quartas y media á dos varas y quarta.

El brial se monta muy fruncido en un alambre grueso de laton, que hace la primera vuelta de arriba: la parte superior de este armazón está guarnecida hasta la cintura; pero solamente por detrás, pues por los dos lados tiene un plegado a modo de cañones de órgano, que se forma de una tela dispuesta expresamente, y se rellenan de cerda. La abertura para meter la mano en la faltriquera está entre estos cañones, y la parte superior se frunce por la jareta de la cintura. Encima del haro de laton hay en escalones tres filas de juncos, que cada de ellas forma la hechura determinada por la del haro de laton, que regularmente goza de figura redonda por los lados, pero no por delante. Se hacen estas ultimas vueltas de cuerdas de cañamo: ya se han disgustado las Señoras de esto, porque la duración era menor, y el peso del mismo: se usaron tambien cuerdas de vihuela, que son mas elásticas, aunque mas caras.
Los guarda-infantes acolchados tienen tambien cañones de cerda por la parte de arriba; y el resto del brial está igualmente forrado, guarnecido de cerda, y acolchado á quadros grandes: dos pedazos de junco, uno por cada lado de una quarta de largo, corren por dentro de una bayna, en cuyos extremos hay dos cordones que se atan por abaxo, y se aprietan á proporción que se quiera caigan mas los lados. Otro junco de diez á doce pulgadas de largo se ata por debajo del guarda-infante y por delante. La longitud de esta especie de guarda-infante es de dos quartas y media: se necesitan tres anchos de angeo ó lienzo aplomado para un guarda-infante acolchado, ó al menos dos y medio para las mujeres poco corpulentas, otro tanto lienzo de forro, y otra tanta cerda. Nunca ponen cerda por delante para por delante para no aumentar el vientre; pues la máxima general de las mujeres en esta clase de vestido es aparentar la contrario.

Los guarda-infantes que llaman de levítica, no están acolchados, y se sostienen con un armazoncillo en figura de cañones, y montado en un alambre gordo de laton forrado, que sostiene el guardapies de tela: tienen por debajo y por delante una fila doble de juncos de dos quartas y media de ancho, y de tela de cerda, de que entran quatro ó cinco anchos. Esta especie de tela cruzada de seis, ocho ó diez pelos, asi en urdimbre como en trama, se hacia en Normandía; pero los fabricante de Paris se dedicaron é texerla por ser en el día muy considerable el comercio y consumo de caderillas. Como o tiene orillas, la ribetean al rededor con una cinta de hilo, ó con una cinta de lienzo. Tienen mucha firmeza, y por lo regular se llevan sencillas; y porque rozan inmediatamente los texidos de lana, han dado en cubrirlas de tafetan; pero entonces salen muy caras: las que son solo de tela de cerda blanca, que es la mas estimada y la de mayor precio cuestan ciento ocho, y ciento veinte reales; y las de telas de cerda negra no cuestan mas que setenta y dos reales.

El trasero postizo no es mas que una tela doble guarnecida de cerda entre los pliegues, y acolchada en quadros anchos: se le da dos quartas y media de ancho, y una tercia de alto, y se ajusta á la cintura de modo que ahueque por detrás, y contribuye a que se levante bien la bata sin cargarla demasiado.
Las faltriqueras postizas son especie de faroles de todos tamaños, guarnecidos de dos ó tres filas de juncos que descansan solo sobre las caderas y tienen un fondo para sotener las verdaderas faltriqueras, que con efecto se meten dentro: tambien se hacen faltriqueras acolchadas.

Los colchoncillos, con que darémos fin a este articulo tan serio, son de cerda, de tres octavos de vara de alto, é igual anchura, muy ahuecados, sin estar acolchados, que descansan sobre las caderas, fruncidos para arriba como faltriqueras, y abiertos para que pueda caber la mano. Unos cordones metidos de la parte de adentro en el centro y por abaxo sirven para apretar mas ó menos, y hacerles que ahuequen.”
Encyclopedia Metódica. Fábricas, Artes y Oficios. Tomo Primero. Madrid. Imprenta de Sancha. 1794. pp. 56-58.
Glosario de términos:
Tontillo: Una especie de faldellín, ò guardapies, que usan las mugeres, con aros de vallena, ù de otra materia, puestos à trechos, para que ahueque la demas ropa. Llamabase en lo antiguo Guardainfante.
Brial: Género de vestído ò trage, de que usan las mugéres, que se ciñe y ata por la cintúra, y baxa en redondo hasta los pies, cubriendo todo el medio cuerpo: por cuya razón se llama tambien Guardapiés, ò Tapapiés, y de ordinário se hace de telas finas: como son rasos, brocádos de seda, oro, ò plata.
Guardapies: Lo mismo que Brial.
Guardainfante: Cierto artificio mui hueco, hecho de alambres con cintas, que se ponían las mugeres en la cintúra, y sobre él se ponían la basquiña.
Vara: Unidad de medida. La más común fue la vara castellana equivalente a 0, 83 m.
Faltriquera: La bolsa que se trahe para guardar algunas cosas, embebida y cosida en las basquiñas y briales de las mugeres, a un lado y a otro, y en los dos lados de los calzones de los hombres, a distinción de los que se ponen en ellos un poco más adelante, y en las casacas y chupas para el mismo efecto, que se llaman Bolsillos. Viene de la voz Falda, por cuya razón dicen otros Faldriquera.
Caderillas: Tontillo pequeño y corto que solo servía para ahuecar la falda por la parte correspondiente a las caderas.
Anjeo: Especie de lienzo basto.
Cerda: Pelo de algunos animales, como el jabalí, cerdo, etc., que es corto y recio.
Casi todas las definiciones provienen del Diccionario de Autoridades.