Vivian Maier: Portrait (self) Portrait.


Vivian Maier. Self-portrait, Chicago area, July 1956. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm
Vivian Maier. Self-portrait, Chicago area, Julio. 1956. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm.

          La historia de Vivian Maier es una de las más fascinantes del mundo de la fotografía, acaecidas en el siglo XX. A lo largo del siglo realizó miles de fotografías que nunca reveló, concretamente más de 100.000. Años después, John Maloof, un joven historiador que realizaba una investigación sobre la ciudad de Chicago, compró una gran cantidad de negativos junto a cientos de carretes sin revelar, recibos, sobres, recortes de periódicos y entradas de cine en una subasta de un guarda muebles.

Vivian Maier. Self-portrait, New York, 1954. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm
Vivian Maier. Self-portrait, New York, 1954. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm.

          En un principio almacenó la caja pensando que el material no le sería de ayuda y decidió revelar una parte, intentando subastar el resto por Internet y mostrando algunas fotos en páginas especializadas. Más tarde recuperó el material y, dandose cuenta de su enorme calidad, se decidió a investigar sobre la autora. Descubrió a su familia y adquirió más de 100.000 negativos. Fue entonces cuando el crítico de arte Allan Sekula le avisó de que el material era valioso y debía conservarlo. Finalmente creó el archivo Vivian Maier y un documental bajo el título Finding Vivian Maier. Lo más sorprendente de la historia es que Vivian fue niñera durante cuarenta años e hizo todas sus fotografías cuando paseaba con los niños por los parques y las calles de Chicago y Nueva York. Nadie conocía su faceta fotográfica y mucho menos la calidad de sus instantáneas.

Vivian Maier. New York, NY, 1954. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm
Vivian Maier. New York, NY, 1954. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm

          Maier pasó años captando imágenes que no compartía y acumuló 120.000 negativos y 2.000 carretes que ni se molestó en revelar. Cuando salieron a la luz, tras la subasta del contenido de un guarda muebles del que nadie pagaba alquiler, supimos de una fotógrafa solamente comprometida con el amor por las fotos, silenciosa, humilde y altamente brillante, con una mirada rápida y de una prodigiosa candidez.

Vivian Maier. Self-portrait, April 1959. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm
Vivian Maier. Self-portrait, April 1959. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm

          Vivian tenía una vocación por retratar a los niños, a los mendigos, y en general a marginados sociales. No solo tenía interés por aquellos a quienes encontraba en las calles sino que le gustaba verse reflejada en sus instantáneas. Por ello, existen multitud de autorretratos donde podemos ver a la misteriosa fotógrafa con el pelo corto, un largo y masculino abrigo, camisas de cuadros y sobrios zapatos. Maloof la describe en el documental como una mujer: “socialista, feminista, un crítico de cine y que no tenía miedo de decir lo que sea. Aprendió inglés yendo a las obras de teatro que ella amaba. Llevaba chaqueta de hombre, zapatos de hombre y un gran sombrero. La mayor parte del tiempo estaba tomando fotos que no enseñó a nadie”.

Vivian Maier. Self-portrait, Chicago area, 1971. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm
Vivian Maier. Self-portrait, Chicago area, 1971. Gelatina de plata. 30,5 cm x 30,5 cm.

          Finalmente murió sola y pobre en 2009 poco después de que aquel joven historiador diera con sus negativos y comenzara a buscarla por EEUU. Vivian tuvo un accidente el invierno anterior y no pudo recuperarse de la caída. Tenía 83 años. Otra vez más traigo a colación en mi blog la historia de una gran artista, no reconocida en vida.

Vivian Maier. Autorretrato. Maloof Collection.
Vivian Maier. Autorretrato. Maloof Collection.

           Este podría ser el final de su triste historia pero debido a la enrevesada ley de propiedad intelectual americana, en la actualidad se libra una encarnizada batalla por el derecho de copyright de las fotos. Por un lado John Maloof, por otro un abogado que dice representar a un posible familiar; y para liarlo todavía más, la empresa dueña del trastero donde se encontraron los negativos. La mayoría de los contratos que se firman con estas compañías de almacenaje contienen cláusulas en las que se especifica que en caso de impago las pertenencias pasan a ser suyas, ¿pasaron a ser sus bienes parte de esta empresa? Al comprar Maloof el lote con las cajas de negativos, ¿se le estaba transfiriendo también los derechos de copyright? La ley americana parece ser muy concisa en este sentido: cuando tú compras unos negativos o unas fotografías, en la compra no va implícito el derecho a controlar la reproducción de esta obra. ¿Entonces, qué validez tiene el contrato firmado entre Jaussaud y Maloof si ninguno de los dos tiene el derecho de control sobre la obra de Maier? Llevado al extremo, ¿es lícito que se comercialice su obra? Mientras este enredo se deshace, un juzgado de Chicago ha paralizado la venta de la colección.

Vivian Maier. New York, NY
Vivian Maier. New York, NY

Probablemente si Maier contemplara esta lucha, donaría su material a un museo…

Vivian Maier. Chicago.
Vivian Maier. Chicago.
Vivian Maier. 24 de septiembre de 1959. Nueva York.
Vivian Maier. 24 de septiembre de 1959. Nueva York.

7 Comentarios

  1. Antonio Maldonado-Angel dice:

    La imagen propia reflejada continuadamente en un espejo…, un interesante simbolismo inconsciente que suscita posibilidades de interpretaciones de asimilación onírica en el ámbito personal de más datos de la autora.

  2. Un genio, como tú.Gracias de nuevo por la información y por la rica documenteción aportada

    1. Bárbara dice:

      Muchas gracias a ti por ser un lector tan fiel y activo. Ojalá tuviera muchos como tú. Un fuerte abrazo.

  3. Elena Sanz dice:

    Una hermosa y triste historia.
    Imagenes impesionantes que ni la misma autora pudo ver impresas.
    Saludos desde los Madriles.

    1. Bárbara dice:

      Es una historia sorprendente. Muchas gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo.

  4. rosario dice:

    Una vez más la vida nos sorprende con realidades, que en una novela nos parecerían, posiblemente, exageradas. Te quedas con el consuelo de que ella disfrutó, a pesar de todo, de la vida, llenándola con su arte. Gracias Bárbara

    1. Bárbara dice:

      ¡Hay tanta creatividad escondida y desconocida! Muchas gracias por comentar y por tu fidelidad. Un fuerte abrazo Rosario.

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