“Este pintor, diferente en su composición mental por lo que respecta al autocontrol, era también sumamente extravagante en su estilo de pintura, y desarrolló en solitario una técnica propia, sin siluetear o delimitar con líneas internas o externas, sólo formada por pinceladas violentas y repetidas, con una gran fuerza de oscuros en su propio estilo, pero sin oscuridades profundas. Y lo que resulta casi imposible comprender es esto: cómo, pintando con esa pincelada, trabajaba con tanta lentitud, completando sus obras con una parsimonia y meticulosidad inigualable.

Podía haber pintado un gran número de retratos, gracias al enorme prestigio del que gozaba en estas tierras por su ejemplo del color, no igualado por su dibujo; pero al saberse que aquel que quisiera ser retratado por él debía posar durante dos o tres meses, eran pocos los que se decidían a seguir adelante. La causa de su lentitud era que, en cuanto la primera versión estaba seca, volvía a empezarla de nuevo, pintando sobre ella con pinceladas más gruesas o delicadas hasta el punto de que, en ocasiones, el pigmento llegaba en algunas partes del cuadro a tener el grueso de medio dedo.

Por esto se puede decir de él que nunca dejaba de corregir, pintaba mucho y acababa muy pocas obras. Y, sin embargo, siempre conseguía tal calidad que cualquier dibujo suyo en el que apenas se distinguía algo, se vendía en subasta por 30 escudos, como relata Bernardo Keillh de Dinamarca, el alabado pintor que ahora trabaja en Roma. Esta extravagancia de estilo era del todo consecuente con el modo de vida de Rembrandt, hombre de fuerte temperamento que desdeñaba a todo el mundo.

El rostro feo y plebeyo que había recibido iba acompañado por una indumentaria desaseada y sucia, puesto que cuando trabajaba tenia por costumbre limpiar los pinceles en sus ropas y hacer otras cosas similares. Mientras estaba trabajando no hubiera concedido audiencia ni al más poderoso monarca del mundo, que hubiera tenido que volver a su puerta una y otra vez hasta que hubiera dado por terminado su trabajo.”