Abdicaciones de ayer y hoy


Dedicado a Carmen,  mi suegra y más que amiga.

La renuncia de Benedicto XVI a su pontificado nos ha dejado literalmente estupefactos. La prensa ha recurrido a las fuentes históricas para comprobar que un hecho de estas características no se había producido desde 1415. El último Papa que abdicó fue Gregorio XII, quien lo hizo en la fecha antes citada como parte de un acuerdo para poner fin al Gran Cisma de Occidente entre varios papas que se disputaron la autoridad pontificia. Fue precisamente, el primero de los papas Borgia, Calixto III, que llegó a ocupar la silla de Pedro en 1455, uno de los negociadores que contribuyeron a poner fin a este largo cisma. Benedicto XVI ha esgrimido una serie de razones para explicar al orbe católico tan sorprendente decisión. Ratzinger, a punto de cumplir los ochenta y seis años,  ha dicho  que está fatigado y con un delicado estado de salud por lo que le faltan las fuerzas necesarias para poder ejercer el pontificado como el mismo considera que debe hacerse. Evidentemente es un hombre muy diferente a Juan Pablo II, no posee el carisma de su predecesor  pero mucha gente alaba su valentía, no solo por su renuncia sino por las difíciles decisiones que ha tomado durante su pontificado, tales como la tolerancia cero en lo que se refiere a los casos de pederastia en el seno de la Iglesia. Los medios de comunicación apuntan que ha sido un Papa  «limpiador», una tarea ardua y difícil.  En una entrevista concedida de hace pocos meses, Ratzinger hablaba de la posibilidad de la renuncia e incluso la obligación de hacerlo en determinadas ocasiones. Loa Papas no pueden dimitir de su cargo solo puede renunciar a la sede pontificia.

Benedicto XV. 19 de abril de 205 en su proclamación como Papa.
Benedicto XV. 19 de abril de 2005 en su proclamación como Papa.

          Abandonar las glorias del mundo por decisión propia es algo sumamente extraño, el poder ejerce sobre el ser humano una atracción irrefrenable y es rara la persona que teniendolo de por vida lo deja de lado en pleno uso de sus facultades. La Iglesia de Roma, a pesar de todos sus errores, pervive desde hace 2000 años y genera un enorme interés en todo el mundo. Se calcula que en la actualidad hay unos mil doscientos millones de católicos, una cifra mas que considerable.

Reina Beatriz de Holanda el día de su coronación.
Reina Beatriz de Holanda el día de su coronación.

          Volviendo al mundo terrenal, Beatriz de Holanda ha anunciado el pasado 28 de enero su decisión de abdicar en su hijo Guillermo, príncipe de Orange, tal y como hiciera su madre la reina Juliana en 1980. Su reinado ha durado treinta y tres intensos años y aunque la reina es sumamente popular en su país,  cede el testigo y se retira al precioso palacio de Drakensteyn. El 30 de abril podremos ver en directo como Guillermo Alejandro y su mujer la argentina Máxima Zorreguieta se convierten en reyes. Si lo comparamos con otros países europeos, la monarquía holandesa es bastante joven ya que su primer monarca fue Luis Bonaparte (hermano de Napoleón), el cual ejerció su mandato desde 1806 a 1810 y que paradójicamente también abdicó. Tras dos siglos justos de vida la monarquía holandesa goza de excelente salud y es muy probable que los nuevos monarcas gocen del favor popular.

Castillo de Drakensteyn. Lago Vuursche. Holanda.
Modelo del Castillo de Drakensteyn. Lago Vuursche. Holanda.

          Todos estos acontecimientos propician que los medios de comunicación se hagan eco constantemente de si se producirá o no una supuesta abdicación de Juan Carlos I. El rey de España acaba de cumplir setenta y cinco años (nació el 5 de enero de 1938), pero últimamente sus problemas de salud han sido constantes por lo que algunos reclaman que por el bien de la institución tal vez sea el momento adecuado de ceder el puesto a su hijo el príncipe de Asturias de cuarenta y cinco años.

Francisco Bouzo. Juan Carlos I.  2ª mitad del s XX.
Francisco Bouzo. Juan Carlos I. 2ª mitad del s XX.

          En nuestro país las abdicaciones de monarcas son un hecho en absoluto frecuente. La mas conocida es la de Carlos I en 1556, el señor del mundo conocido se cansó de tantos viajes, guerras y conflictos y  se retiró, no a gozar de los placeres mundanos a  un impresionante palacio, sino a un monasterio perdido donde falleció el 21 de septiembre de 1558 víctima del paludismo. El monasterio de Yuste (provincia de Cáceres) no estaba preparado para cobijar al emperador y a su séquito por lo que fue preciso construir una casa palacio (bastante sencilla, por cierto) para alojarlos.  Las habitaciones del monarca daban a la iglesia para así facilitar que pudiera oír misa, su movilidad debía ser reducida ya que estaba aquejado de gota, enfermedad común en la época y  que también padeció su hijo Felipe II.

Monasterio de Yuste.
Monasterio de Yuste.
Carlos V. Pedro Pablo Rubens. Copia de Tiziano
Pedro Pablo Rubens. Carlos V. Copia de Tiziano

          Carlos I dejó de lado las vestimentas lujosas y recargadas y adoptó el color negro en su indumentaria dando así una imagen de sencillez absolutamente en desacuerdo con su cargo. El gran emperador de occidente, renunció al poder y se retiró a un lugar solitario para alcanzar la ansiada paz; una decisión insólita que pone de manifiesto la manera de sentir y de pensar del rey guerrero en sus últimos años de vida. Las posesiones territoriales de Carlos V eran tan impresionantes que protagonizó tres ceremonias de abdicación, en 1555 abdicó como rey de los Países Bajos y de sus dominios alemanes junto con el título de Sacro Emperador Romano Germánico en favor de su hermano Fernando I, unos meses mas tarde en 1556 lo hizo del trono de España a favor de su hijo Felipe II.

          Tendrían que pasar ciento sesenta y seis años para que se produjera otra abdicación en España. El protagonista esta vez fue Felipe V, primer rey de la dinastía de los Borbones en nuestro país. Felipe guarda varios paralelismo con su antepasado Carlos de Habsburgo, ambos eran extranjeros, llegaron muy jóvenes a España desconociendo el castellano y los dos abdicaron aunque con distinto resultado.

Jean Ranc. Luis I, rey de España. 1724. Museo del Prado. Madrid.
Jean Ranc. Luis I, rey de España. 1724. Museo del Prado. Madrid.

          La renuncia de Felipe V se produjo en 1724, pero apenas duró unos meses ya que su hijo Luis I falleció prematuramente  por lo que volvió a asumir  la corona. Felipe de Borbón era un hombre meláncolico, sufría fuertes episodios depresivos que le postraban en cama durante días. Era un hombre muy devoto con un profundo temor de Dios pero no se retiró a un convento sino al palacio de la Granja, un pequeño Versalles que se había construído en Segovia.  Su deseo de renunciar fue infructuoso ya que volvió a ser rey de España hasta su muerte en 1746 (el reinado mas largo de nuestra historia). Felipe no se fue solo a su palacio, tenía mujer y varios hijos. La reina Isabel de Farnesio no estaba de acuerdo con la abdicación y menos con la vida retirada aunque tuvo suerte porque tal tormento no duró mucho. Felipe V era un hombre enfermo y sensible, cuando era presa de los ataques apenas podía levantarse de la cama, ni siquiera se lavaba ni afeitaba durante días por lo que su aspecto era lamentable. La carga del trono se le hacía insostenible, aún así tuvo que llevarla otros veinticuatro años mas hasta su muerte en 1746.

Palacio de La Granja de San Ildefonso. Segovia.
Palacio de La Granja de San Ildefonso. Segovia.
Louis Michel van Loo. La familia de Felipe V. 1743. Detalle. Museo del Prado. Madrid.
Louis Michel van Loo. La familia de Felipe V. 1743. Detalle. Museo del Prado. Madrid.

          En el inmenso retrato cortesano que pintó Van Loo de la familia de Felipe V comprobamos que el rey no está en el centro de la composición, ese lugar lo ocupa su mujer Isabel de Farnesio, que con claro protagonismo apoya enérgica su brazo sobre la mesa donde descansa la corona. La actitud del rey nos muestra a hombre cansado con la postura algo abandonada y la mirada un poco perdida en comparación con la reina que mira al frente con decisión, segura de sí misma. Tal vez esta imagen de Felipe V, a pocos años de su muerte y a pesar de lo envarado de este tipo de retratos de propaganda nos hable del hombre que quiso abdicar y las circunstancias se lo impidieron.

Tumba de Felipe V en la iglesia del palacio de la granja de san Ildefonso.
Tumba de Felipe V en la iglesia del palacio de la granja de san Ildefonso.

4 Comentarios

  1. Manuel dice:

    Muy interesante, Barbara, y magnificamente ilustrado.
    Enhorabuena fenómena.

    1. Bárbara dice:

      Muchas gracias Manolo! Espero que difundas mi blog por toda Carmona como mínimo!!!!!

  2. Mercedes Valenzuela dice:

    Me ha encantado como siempre. Contigo no dejo de aprender cosas !!!!!!!

    1. Bárbara dice:

      Mil gracias Mercedes y también por dar a conocer mi blog entre tus amigos.
      Un fuerte abrazo.

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