
Milán presenta en su Palacio Real la mayor exposición dedicada a Leonardo da Vinci en Italia. La muestra titulada: “Leonardo 1452-1519. El diseño del mundo” permanecerá abierta hasta el próximo 19 de julio. Dividida en doce secciones, la presentación centrará su recorrido en la conocida versatilidad del inventor, ya que expone desde pinturas y esculturas hasta estudios anatómicos, proyecciones de máquinas de guerra o todo tipo de tratados, entre ellos el Códice Atlántico. Éste último se conserva en la Biblioteca Ambrosiana de Milán y está compuesto por doce volúmenes con mas de mil páginas sobre muy distintas materias. La Biblioteca fue fundada por el cardenal Federico Borromeo en 1609 y se encuentra anexa a la Pinacoteca Ambrosiana, un museo con una magnífica colección de pintura italiana. La última vez que lo visité tuve la enorme suerte de hacerlo completamente sola. lo cual fue una auténtica maravilla.

Volviendo a nuestro asunto, la exposición comienza con un pormenorizado estudio de sus bocetos y trazados para detenerse en su visión del mundo que le tocó vivir, a caballo entre los siglos XV y XVI. Un punto importante del recorrido es el que analiza sus investigaciones sobre anatomía o fisonomía, un ámbito en el que destaca su céleberrimo Hombre de Vitruvio. Además, la exhibición también presentará numerosos dibujos, manuscritos, esculturas y libros incunables procedentes de los museos y bibliotecas más importantes como el Museo Británico, el Metropolitano de Nueva York, la Galería Nacional de Washington o los Museos Vaticanos. Se dice que una de las razones por las cuales Leonardo basaba sus investigaciones en el dibujo era su poco conocimiento del latín (el idioma culto de su tiempo), sus textos están escritos en toscano. Sin embargo, la verdadera causa originaria de su método se basaba en la observación.


Durante toda su vida llenó numerosas libretas y códices con dibujos y apuntes sobre los estudios que realizaba. Para ello utilizaba la escritura especular, que consiste en escribir de derecha a izquierda y necesita de un espejo para ser leída. Probablemente le era mas fácil hacerlo así por su zurdera. También se ha afirmado que con este tipo escritura tan peculiar pretendía burlar a la Inquisición. El corpus de dibujos anatómicos está compuesto por doscientas hojas aproximadamente y se conserva en la Royal Library of Windsor.

Entre las pinturas que podemos contemplar destacan el Retrato de dama, que representa supuestamente a una amante del duque de Milán, Ludovico «El Moro» Sforza, o su Anunciación (1472-1515), provenientes ambos del parisino Museo del Louvre. El autor de La Gioconda nació en Vinci, en la región de Toscana, pero estuvo estrechamente vinculado a la ciudad de Milán, una de las capitales de la época y sede de la familia Sforza, para la que realizó numerosos trabajos hasta 1499, año de la caída del primer ducado.

Después de más de cinco años de trabajo y un presupuesto de 4,4 millones de euros, se ha conseguido reunir durante cuatro meses en la ciudad en la que el florentino vivió durante dos décadas más de 200 obras de arte: 43 cuadros, 20 esculturas, 108 dibujos y 40 documentos manuscritos procedentes de colecciones de todo el mundo. El Louvre ha prestado tres cuadros: La Anunciación y el San Juan Bautista, además de la Ferronnière. La National Gallery de Washington ha cedido la Madonna Dreyfus; el Vaticano, el San Girolamo; Parma, la Cabeza de Muchacha; y Venecia, el Hombre de Vitrubio. Los organizadores destacan la generosidad de la reina de Inglaterra que ha prestado 30 dibujos, del British Museum o del Metropolitan de Nueva York. La Colección Real Británica cuenta en su haber con 600 dibujos del maestro, entre ellos el famosísimo Estudio de embrión.

La obra de Leonardo nos deja a las claras que estudió pormenorizadamente la anatomía humana. Su formación en este campo comenzó a los dieciocho años, durante su época como discípulo de Andrea del Verrocchio, el cual insistía en que sus alumnos estudiaran esta disciplina para aprender a representar los cuerpos humanos fielmente. Como artista, rápidamente se hizo maestro en anatomía topográfica, dibujando muchos estudios sobre músculos, tendones, etc… En 1507 comenzó a practicar la disección ya que obtuvo el permiso del Hospital Santa María de Nouvoa de Florencia para diseccionar el cadáver de un anciano. Más tarde consiguió también permisos en hospitales de Milán y Roma. Ya en su segundo período milanés (entre 1510-1511) trató con Marcantonio Della Torre, médico anatomista de Pavía. Juntos prepararon un trabajo teórico para el que Leonardo hizo 228 planchas y proyectó incluso un tratado de Anatomía. Sus estudios prácticos de disección se vieron interrumpidos en 1515, cuando fue acusado de prácticas sacrílegas por el Papa León X, por tal motivo le fue vetada la entrada en el Hospital del Espíritu Santo de Roma. De hecho, sus trabajos estuvieron doscientos años fuera de la circulación.

Leonardo es considerado el descubridor del seno maxilar. De la relación entre éste y la cavidad del ojo dice: «El ojo, instrumento de la vista, está alojado en el hueco superior y en el espacio debajo de éste (el seno maxilar) hay un fluido que alimenta las raíces de los dientes. La cavidad del hueso de la mejilla es similar en profundidad y anchura a la cavidad que contiene el ojo en su interior y recibe venas en su interior a través de los agujeros». En 1513 se dedicó al corazón y las venas para lo que llevó a cabo disecciones de bueyes. Entre 1506 y 1510 realizó disecciones de cerdos para estudiar su aparato respiratorio y digestivo. Mas tarde pensó que el ser humano tenía dos estómagos, error que corrigió. Describir y dibujar ambos aparatos le llevó cerca de 40 años y su resultado fue una colección de 779 dibujos de los que se conservan unos 600. Asímismo investigó la estructuración de la mandíbula y los dientes, así como el efecto de la desdentación en la expresión de una persona. Para ello analizó los efectos de la edad y la emoción en la fisiología humana; también estudió personas con enfermedades o deformidades faciales. Todo esto le sirvió para dotar de mayor carácter a sus personajes.

En palabras del comisario Pietro C. Marani, Da Vinci: “era consciente al final de su vida de haber ido demasiado lejos al afrontar los más diversos campos de investigación, hasta el punto de haber perdido de vista el verdadero objetivo final de sus investigaciones: la unidad del conocimiento” y añade: “Porque es verdad que Leonardo innovó, pero sobre todo perfeccionó, tanto desde el punto de vista artístico como desde el tecnológico o el científico. De ahí que hayamos decidido exponer algunas de sus fuentes tecnológicas, como algunas herramientas originarias de la época de Brunelleschi, junto a los dibujos de Leonardo que reproducen aquella tecnología. Estamos acostumbrados a ver a Da Vinci como un genio precursor, pero este es un aspecto propio del siglo XVII, que pesa todavía sobre los estudios y la idea que el público tiene sobre el genio. Por eso hemos querido que el visitante encuentre en esta exposición a un Leonardo que atesora todo aquello que lo rodea y a continuación lo transforma”.

La Gioconda no ha viajado a Milán. El enigmático retrato fue adquirido por Francisco I de Francia, aunque todavía muchos italianos creen a pies juntillas que fue robado por los franceses y que por eso cuelga en el Museo del Louvre. Lo cierto es que el cuadro fue pasando de rey en rey hasta que, en 1797, después de la Revolución Francesa, fue destinado al Louvre. En 1800 Napoleón Bonaparte, gran amante de lo bello, ordenó colgarlo en su dormitorio del palacio de Las Tullerías ( hoy desaparecido) allí estuvo hasta 1804. El verdadero mito de La Gioconda tal vez naciera en el verano de 1911. Aquel mes de agosto, Vincenzo Perugia, un pintor de brocha gorda que trabajaba en el Museo del Louvre, desapareció llevándose el cuadro bajo el brazo. Los periódicos franceses dedicaron muchas páginas al suceso de tal manera que una semana después cuando el museo volvió a abrir sus puertas, la gente acudió en masa para ver su vacío en la pared.

La magna exposición que se celebra en Milán es una ocasión única para contemplar y admirar la obra de uno de los artistas mas innovadores y versátiles de la historia de la humanidad. Un hombre que no necesitó de apellidos para alcanzar la inmortalidad. Un genio en la mas amplia extensión de la palabra que después de 500 años nos sigue dejando atónitos por la cantidad y variedad de estudios que acometió. Un auténtico visionario que dijo de sí mismo: “He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido”.

Qué sensación pasear sola por el Palacio Real, te transportarías a otro tiempo.
Apuntada la escapada a Milán.
Después de leerte me gusta, aún más, Leonardo.
Elena
Muchas gracias Elena. Visité sola la Pinacoteca Ambrosiana, casaulidades de la vida. Allí se custodia el Códice Atlántico de Leonardo además de decenas de maravillas mas. Un fuerte abrazo.
Me sigue pareciendo más pintor de brocha fina «Leonardo da Vinci» que inventor. Sus ingenios resultaron ser más oníricos y motivos para ilustraciones con dibujos muy valorables por quienes amamos el dibujo, en vez de posibles éxitos técnicos y tecnológicos; probablemente tuvo más éxito práctico la canción de «Paul McCartney» cuya letra dijo que soñó que el funcionamiento de los artilugios muy enrevesados y con materiales algo primitivos que surgieron de la mente despierta o dormida de «Leonardo da Vinci»… Saludos muy cordiales, muy bonito artículo.
Muchas gracias por su comentario Antonio. Verdaderamente la imaginación de Leonardo fue sorprendente y también su manera de captar la belleza. La serie de «Los diluvios» es impresionante, muy moderna y con mucha fuerza.
Da gusto leerte, Barbara!!
Muchas gracias Manolo. Y a mí ver tus comentarios tan cariñosos. Un fuerte abrazo.
Gracias Bárbara. Saber de todo , cosa de » los hombres del Renacimiento «¿ pero tanto?…. No tiene comentario que le haga justicia a semejante hombre !
Desde luego Manolo. Los adjetivos se quedan cortos.
Es fácil encontrar en textos de anatomía incluso de especialidades como la estomatología , referencias al gran Leonardo para ilustrar detalles como la expresión que provoca la pérdida de la dentadura … Un genio inigualable¿ qué no haría hoy con los medios técnicos de que disponemos para investigar ?
¡Qué interesante reflexión Manolo!