Iris Apfer. Una «it girl» de 93 años


Iris Apfel lleva abrigo de piel y joyas vintage y broche de Rara Avis by Iris Apfel para HSN. Foto: Alique. Realización: Sonny Groo. Maquillaje y peluquería: Manami (Atelier Management).
Iris Apfel lleva abrigo de piel y joyas vintage y broche de Rara Avis by Iris Apfel para HSN. Foto: Alique. Realización: Sonny Groo. Maquillaje y peluquería: Manami (Atelier Management).

          Hace unos días, con motivo de la pasarela 080 de Barcelona, nos visitó la famosa decoradora de interiores reconvertida en icono de estilo total, Iris Apfer. Fue invitada por la organización para presentar el documental «Iris» , que realizó sobre ella el director Albert Maysles antes de fallecer. A sus 93 años, esta joven veterana rebosa vitalidad. Declara que le parece divertido ser calificada de «it girl». Manifiesta que su diseñador favorito es Cristobal Balenciaga del que declara haberle conocido en los años 50 en una recepción en Paris y del que piensa que: «si pudiera ver la moda que se hace hoy en día se estaría revolviendo en la tumba de lo fea que es. La creatividad murió en los 80» No se puede negar que a estas alturas de su vida, esta original mujer ya no se calla nada. Privilegios de la edad.

Vestido de Dolce & Gabbana, joyas vintage y brazaletes de colores de Rara Avis by Iris Apfel para HSN. Foto: Alique. Realización: Sonny Groo. Maquillaje y peluquería: Manami (Atelier Management).
Vestido de Dolce & Gabbana, joyas vintage y brazaletes de colores de Rara Avis by Iris Apfel para HSN. Foto: Alique. Realización: Sonny Groo. Maquillaje y peluquería: Manami (Atelier Management).

          En su visita a Barcelona paseó por uno de sus lugares favoritos, el renovado mercadillo de los Encantes, donde adquirió por la módica cantidad de 50 dolares: «Seis bolsos, tres collares y dos broches de madreperla» La arrolladora personalidad de esta genial mujer le hizo buscar piezas únicas en mercadillos, rastros, zocos y mercados de todo el planeta en los años cincuenta y sesenta, cuando viajar a lugares exóticos no estaba al alcance de todos los bolsillos. Es una de las cualidades que ha convertido a esta decoradora en una de las personalidades más respetadas del mundo del diseño.

Iris Apfel

          Podemos asegurar que a pesar de los achaques de la edad las marcas de moda se la rifan y no hay  inauguración en Nueva York que no cuente con ella, aunque la faceta en la que más disfruta es la de mentora de jóvenes estudiantes de la Universidad de Austin. en Texas. «Las escuelas de moda en Estados Unidos son malísimas», critica: «No enseñan a los alumnos cómo funciona realmente este negocio. Se creen que todo consiste en la alfombra de los Oscar y ser famoso, y luego van a estudiar a Nueva York, fracasan y vuelven a casa llorando. Lo que abunda son chicos ridículamente obsesionados por la fama, que no saben cortar un patrón y sólo piensan en hacer un diseño por ordenador y enviarlo a China para que lo cosan allí. Es realmente deprimente. No creo que los tiempos que vivimos hoy sean demasiado relevantes a nivel creativo. Ya no se estimula la creatividad ni la originalidad»

Iris Apfel

          Pese a la enorme atención mediática que recibe últimamente, Apfel se muestra encantada con esta nueva etapa de su vida. «Es divertido ser una ‘it girl'», asegura. Está ultimando una colección de alta joyería para una firma mexicana y lo más delicado: su legado, que acogerá el Peabody Essex Museum de Massachusetts. Apfel fue la interiorista oficial de la Casa Blanca durante la friolera de nueve mandatos presidenciales -desde Harry S. Truman hasta la llegada de los Clinton a Washington-. A principios de los 50 creó, junto a su marido Carl, una firma de textiles de lujo, Old World Weavers, con clientes igualmente ‘deluxe’ como Jacqueline Onassis, Greta Garbo y Estée Lauder

Iris Apfel

          La obsesión por la edad es otro de los temas que la horroriza. El bótox le parece: «una cosa de locos, un pecado». «Mira, la mayoría de mujeres que se me acercan siempre me hacen la misma pregunta: ‘Iris, ¿sabes dónde puedo encontrar un buen vestido con mangas?’. Es culpa de las revistas de moda y las grandes marcas de lujo, que venden un ideal estúpido y demente de jovencitas de 18 años aunque todo el mundo sabe que quien realmente tiene el tiempo y el dinero para comprar un vestido de varios miles de dólares son mujeres de 40, 50 o 60 años. Que lo que quieren es un buen par de mangas. Si tuviera tiempo, abriría mañana una tienda en Madison Avenue. Se llamaría Sleeves (mangas). Y me haría rica en un santiamén, te lo aseguro», bromea.

          Apfel no se cansa de repetir allá donde va (como un mantra que ha sido, en realidad, el lema de una vida plena y feliz) que: «la moda se compra pero el estilo no tiene precio, es algo que tienes que trabajar, una cuestión de actitud». Y que no hay otro secreto que: «saber quién eres realmente».

2 Comentarios

  1. Manuel S. dice:

    Oye, me ha impresionado «donde adquirió por la módica cantidad de 50 dolares: “Seis bolsos, tres collares y dos broches de madreperla”. Ciertamente, esta señora tiró la casa por la ventana. Seguro que los revende por 100.000 $. Cosas veredes.
    Magnifico como siempre Barbara!!!!!

  2. Bárbara dice:

    ¡A mi también me ha dejado impresionada! Como es una «it girl» sabrá perfectamente donde comprar. Muchas gracias por comentar Manolo. Un fuerte abrazo.

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