El monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce, Sevilla) fue fundado por Guzmán el Bueno y su esposa doña María Alonso Coronel en 1.301 sobre una ermita mozárabe para albergar su sepulcro y como testimonio de su piedad, a partir de un privilegio concedido en 1.298 por Fernando IV, rey de Castilla. Guzmán el Bueno fue el fundador de la casa de Medina Sidonia. En 1445 Juan II otorgó el ducado de Medina Sidonia a Juan Alonso Pérez de Guzmán, III conde de Niebla. El monasterio fue cedido a los monjes Bernardos Cistercienses que lo regentaron hasta 1.431, momento en el que fueron sustituidos por los ermitaños de los Jerónimos. En 1.568 fue ocupado por la orden de los Jerónimos, quienes fueron exclaustrados en 1.835 a raíz de la desamortización de Mendizábal.
El conjunto es fundamentalmente gótico-múdejar. Está formado por dos iglesias gemelas, unida a la primera iglesia, don Juan Alonso, hijo de Guzmán el Bueno, construyó otra nave. El conjunto se completa con el Claustro de los Muertos y el de los Evangelistas, la Sacristía y la Sala Capitular (ambas decoradas a imitación de El Escorial), el Refectorio, el Claustro Gótico y la Torre Barroca. La gran joya del conjunto es el retablo de Juan Martínez Montañés, probablemente la más completa y madura obra del célebre escultor barroco. Sobresalen en el conjunto la Natividad, la Adoración de los Reyes y el San Jerónimo, pieza capital del retablo. Sobre éste último, Francisco Pacheco, famoso tratadista y pintor, y encargado de su policromía dijo: “Es cosa que en este tiempo en la escultura y pintura ninguna la iguala”.
En el contrato se requería expresamente que el San Jerónimo fuera realizado únicamente por Martínez Montañés. Según Hernández Díaz: “es uno de los conjuntos sobresalientes del arte sagrado español de la Edad de Oro y página definitiva de la escuela escultórica sevillana”. Martínez Montañés firmó el contrato en 1609 y estuvo asistido por Juan de Mesa, Francisco Villegas, Francisco de Ocampo y Juan de Oviedo el Mozo. El retablo, por el que se pagaron 3.500 reales, no fue finalizado a tiempo pero los monjes comprendieron el esfuerzo del artista y le recompensaron con trescientas fanegas de trigo. Junto al retablo y acompañando a los Santos Juanes, se encuentran las figuras orantes de don Alonso y doña María Alonso Coronel (dos de las tres únicas figuras no sagradas que realizó Montañés en toda su vida).
El claustro de los Evangelistas está decorado con frescos datados entre 1.431 y 1.436. Están atribuidos a Diego López, maestro mayor de los pintores de los Alcázares, o a Pedro de Toledo, el maestro de los cipreses. Los frescos se encuentran en un excelente estado de conservación aunque por desgracia sufrieron balazos y machetazos en la revolución de 1.868. Cabe destacar que el monasterio tuvo una estrecha relación con el protestantismo ya que se leyeron y tradujeron libros prohibidos por la Santa Inquisición, por lo que muchos de sus monjes sufrieron persecución y cárcel. Fray Miguel y Fray Morcillo fueron ejecutados en auto de fe en Sevilla en 1.559. Otros lograron escapar, entre los fugados no hay que olvidar a Casiodoro de Reina, autor de la primera edición de la Biblia del Oso (primera traducción completa de la Biblia al castellano), publicada en Basilea en 1.559 y revisada por Cipriano de Valera en 1602. La Biblia del Oso fue la primera edición canónica de la Biblia en español destinada a los protestantes por lo que se considera que es el libro escrito en castellano con mayor número de ejemplares de la historia. Todos estos acontecimientos hacen que San Isidoro del Campo sea más conocido fuera de nuestras fronteras constituyendo un lugar de peregrinación para los evangelistas de todo el mundo. El monasterio, que albergó una de las mejores bibliotecas de España, fue declarado Monumento Histórico-Artístico por Real Orden de 10 de abril de 1872 siendo parcialmente restaurado en 2002. El conjunto es propiedad de la Fundación Casa Álvarez de Toledo y Mencos. En 1990 fue cedido a la Comunidad Autónoma de Andalucía por un periodo de cincuenta años.
interesantisimo Barbara!!!!! Escribe mas sobre esto!!!!!!!!!
Muchas gracias Manolo. El retablo es excepcional, se adapta perfectamente a la iglesia gótica.