Un peinado de altura


MARÍA TERESA A MARÍA ANTONIETA

Viena, 5 de marzo de 1775

“Señora y querida hija mía,

           Gracias a Dios ha terminado este eterno carnaval! Encontrarás que esta exclamación es cosa de viejas pero te confieso que las fatigas fueron excesivas durante este tiempo. Yo temblaba por tu salud y por la vida normal de la corte, punto esencial a conservar. Toda lectura y toda otra ocupación se habrán interrumpido durante dos meses. El tiempo es precioso y ninguna pérdida es tan real e irreparable como la suya. Cuando se es joven no se piensa en ello. Cuando se es viejo, se lo reconoce pero entonces son otras debilidades las que nos vuelven defectuosos.

Jean-Baptiste André Gautier-Dagoty. María Antonieta. 1775. Palacio de Versalles.
Jean-Baptiste André Gautier-Dagoty. María Antonieta. 1775. Palacio de Versalles..

         De todas maneras no puedo dejar sin tocar un tema que muchas gacetas me repiten demasiado a menudo y es el peinado que luces. Se dice que desde la raíz de los cabellos hasta la punta mide 36 pulgadas (91,44 cm) y encima plumas y cintas que lo elevan aún más. Sabes que soy partidaria de seguir moderadamente las modas pero sin sobrepasarlas. Una reina joven y bonita, llena de encantos, no necesita de todas esas locuras. Por el contrario, la sencillez del peinado mejora su aspecto y se adapta bien al rango de reina. Ella debe dar el tono y todo el mundo se apresurará a imitarlo de corazón hasta en los mínimos detalles, mas yo, que quiero y sigo a mi reinecita paso a paso, no puedo impedirme advertir esta pequeña frivolidad, teniendo por otra parte muchas razones para estar satisfecha hasta la gloria por cuanto haces. […]

Elisabeth Vigée-Lebrun.María Antonieta en traje de corte. 1778. Museo de Viena. La reina luce una creación de Rose Bertin.
Elisabeth Vigée-Lebrun. María Antonieta en traje de corte. 1778. Museo de Viena. La reina luce una creación de Rose Bertin.

MARÍA ANTONIETA A MARÍA TERESA

Versalles, 17 de marzo de 1775

           A pesar de que el carnaval me ha divertido mucho, estoy de acuerdo contigo en que ya era hora de que terminase. Hemos vuelto a nuestra rutina, lo que aprovecharé para conversar más con el rey, que siempre mantiene su buena amistad conmigo.

          Es cierto que me ocupo algo de mi peinado y de mis plumas pero todo el mundo las lleva y parecería extraordinario no llevarlas. Desde el final de los bailes ha disminuido mucho su altura.”

Martín van Meytens. La Emperatriz María Teresa de Austria. 1759. Academia de Bellas Artes. Viena.
Martín van Meytens. La Emperatriz María Teresa de Austria. 1759. Academia de Bellas Artes. Viena.

Blas Matamoro. María Teresa de Austria. María Antonieta de Francia. Consejos maternales a una reina. Edición de Blas Matamoro. Fórcola ediciones. Madrid. 2011. pp.105-106.