Saturno devorando a su hijo


          Rea[1], entregada a Cronos[2], tuvo famosos hijos: Histia, Hera de áureas sandalias, el poderoso Hades que reside bajo la tierra con implacable corazón, el resonante Ennosigeo y el prudente Zeus, padre de dioses y hombres, por cuyo trueno tiembla la anchurosa tierra.

          A los primeros se los tragó el poderoso Cronos según iban viniendo a sus rodillas desde el sagrado vientre de su madre, conduciéndose así para que ningún otro de los ilustres descendientes de Urano tuviera dignidad real entre los Inmortales. Pues sabía por Gea[3] y el estrellado Urano[4] que era su destino sucumbir a manos de su propio hijo, por poderoso que fuera, víctima de los planes del gran Zeus. Por ello no tenía descuidada la vigilancia, sino que, siempre al acecho, se iba tragando a sus hijos; y Rea sufría terriblemente.

Rosso Fiorentino. Saturno devorando a sus hijos. De una serie de veinte grabados de figuras de cuerpo entero en nichos, basados ​​en los grabados de Caraglio.  1530. Museo Británico.
Rosso Fiorentino. Saturno devorando a su hijo. Serie de veinte grabados de figuras de cuerpo entero en nichos, basados ​​en los grabados de Caraglio. 1530. Museo Británico.

          Pero cuando ya estaba a punto de dar a luz a Zeus, padre de dioses y hombres, entonces suplicó en seguida a sus padres, [los de ella, Gea y el estrellado Urano], que le ayudaran a urdir un plan para tener ocultamente el parto de su hijo y vengar las Erinias de su padre [y de los hijos que se tragó el poderoso Cronos de mente retorcida].

Jan van Kessel. Saturno devorando a su hijo. Hacia 1660. Colección Particular.
Jan van Kessel. Saturno devorando a su hijo. Hacia 1660. Colección Particular.

          Aquéllos escucharon atentamente a su hija y la obedecieron; la pusieron ambos al corriente de cuanto estaba decretado que ocurriera respecto al rey Cronos y a su intrépido hijo, y la enviaron a Licto, a un rico pueblo de Creta, [cuando ya estaba a punto de parir al más joven de sus hijos, el poderoso Zeus. A éste le recogió la monstruosa Gea para criarlo y cuidarlo en la espaciosa Creta].

Pedro Pablo Rubens. Saturno devorando a su hijo. Hacia 1636-1638. Museo Nacional del Prado.
Pedro Pablo Rubens. Saturno devorando a su hijo. Hacia 1636-1638. Museo Nacional del Prado.

          Allí se dirigió, llevándole, al amparo de la rápida negra noche, en primer lugar, a Licto. Le cogió en sus brazos y le ocultó en una profunda gruta, bajo las entrañas de la divina tierra, en el monte Egeo de densa arboleda. Y envolviendo en pañales una enorme piedra, la puso en manos del gran soberano Uránida, rey de los primeros dioses. Aquél la agarró entonces con sus manos y la introdujo en su estómago, ¡desgraciado! No advirtió en su corazón que, a cambio de la piedra, se le quedaba para el futuro su invencible e imperturbable hijo, que pronto, venciéndole con su fuerza y sus propias manos, iba a privarle de su dignidad y a reinar entre los Inmortales.

Giambattista Tiepolo. Saturno devorando a su hijo. 1745.
Giambattista Tiepolo. Saturno devorando a su hijo. 1745.

          Rápidamente crecieron luego el vigor y los hermosos miembros del soberano. Y al cabo de un año echó fuera de nuevo su prole el poderoso Cronos de mente retorcida, engañado por las hábiles indicaciones de Gea, [vencido por la habilidad y fuerza de su hijo]. Primero vomitó la piedra, última cosa que se tragó; y Zeus la clavó sobre la anchurosa tierra, en la sacratísima Pitia, en los valles del pie del Parnaso, monumento para la posteridad, maravilla para los hombres mortales.

Francisco de Goya. Saturno devorando a un hijo. Hacia 1819-1823. Museo del Prado.
Francisco de Goya. Saturno. 1819-1823. Museo Nacional del Prado.

          Libró a sus tíos paternos de sus dolorosas cadenas, a los Uránidas Brontes, Estéropes y el vigoroso Arges, a los que insensatamente encadenó su padre; aquéllos le guardaron gratitud por sus beneficios y le regalaron el trueno, el llameante rayo y el relámpago; antes los tenía ocultos la enorme Gea, y con ellos seguro gobierna a mortales e inmortales.”

Hesíodo. Teogonía. Madrid: Biblioteca Clásica Gredos. 1978. pp. 91-93.

Teogonía es un poema épico datado hacia el siglo VII a. C. que relata el origen del cosmos y la genealogía de los dioses griegos. Su autor, Hesíodo, es uno de los padres de la literatura griega.

[1] Hija de Gea y Urano. Hermana y esposa de Cronos.

[2] Saturno romano.

[3] Diosa de la Tierra.

[4] Dios del Cielo. Hijo y esposo de Gea.