
En 1734 el Elector Carlos Alberto de Baviera y futuro emperador Carlos VII, ordenó la construcción del Amalienburg, un pequeño pabellón de caza para su mujer María Amalia, hija del emperador José I. El edificio, que se encuentra en el parque del palacio de Nymphenburg (Múnich), fue concebido de una manera independiente. Nymphenburg es un gran complejo palaciego construido en la segunda mitad del siglo XVII como residencia de verano para el Elector Fernando María y su esposa Enriqueta Adelaida de Saboya. El Amalienburg, que fue concluido en 1739, está considerado como una joya del Rococó. Su diseño y decoración estuvo a cargo de François Cuvilliés mientras que el trabajo del estuco se debe a Johann Baptist Zimmermann, los relieves en madera a Johann Joachim Dietrich y las pinturas a Joseph Pasqualin Moretti. El Rococó surgió en Francia y abarca aproximadamente el reinado de Luis XV (1715-1774). El joven monarca se construyó un mundo privado que reflejaba los gustos más ligeros y menos graves que se prodigaban en la sociedad. En 1730 mandó redecorar sus habitaciones privadas que claramente revelaban la nueva tendencia. La marquesa de Pompadour (1721-1764), favorita del rey durante veinte años, fue la promotora del nuevo estilo y su establecimiento. El Rococó se reflejó fundamentalmente en las artes decorativas y en la pintura.

Voviendo al Amalienburg, diremos que su concepción espacial sigue los preceptos de la corte de Versalles en una sola planta. En cuanto a la disposición de las estancias, la principal denominada el salón de los espejos ocupa el centro del pabellón. El despacho azul y el dormitorio el sur, mientras que las salas de caza y del faisán lindan al norte. En las alas se acomodan el vestidor, la perrera, la sala de armas y la cocina. Conforme se llega al centro del pabellón reparamos en que la riqueza decorativa aumenta progresivamente culminando en el salón de los espejos, una sala circular con una bóveda plana en la que dominan los colores plata, blanco y un delicado azul mientas que en los estucos que decoran los muros simulan plantas, querubines, pájaros, animales o cornucopias. La alternancia de ventanas, espejos y puertas junto a la interacción de la luz real y reflejada, parecen eliminar los mismos límites de la habitación.

El dormitorio es una muestra palpable de la magnificencia y el abigarramiento al que se llegó en algunos interiores palaciegos. Las paredes amarillas (un color muy del gusto rococó), muestran relieves combinados con un fino trabajo de estuco que se extiende hacia el techo como si se tratara de una ola. Los paneles de madera realizados por el escultor cortesano Johann Joachim Dietrich representan uno de los mejores ejemplos del periodo. El nicho de la cama está flanqueado por dos retratos, a la izquierda el Elector Carlos Alberto y a la derecha su mujer María Amalia, ambos vestidos con un atuendo propio para la práctica de la caza. El cuarto de caza, que hace pareja con el dormitorio, está decorado como un pequeño salón de pinturas en el que los cuadros se incorporan a los propios muros.

La sala de faisán o gabinete de la India posee un ambiente exótico. Sus muros están adornados con lino pintado y encerado a la manera de papel pintado chino. El motivo del faisán es una referencia al jardín del faisán, que fue presentado en 1734 cerca del Amalienburg. La perrera y la sala de armas contienen pinturas con escenas y trofeos de caza, ejecutados de la manera india en azul sobre un fondo blanco. La cocina también tiene un aire especial, mientras que el techo azul y blanco está pintado con escenas chinescas, las paredes se decoran con azulejos holandeses. Lo más destacado de este mosaico, inusualmente imaginativo, son los jarrones de flores junto a las escenas de inspiración china. La concepción de Cuvilliés unida a los estucos y a los relieves de madera provoca una sensación de gran ligereza. El Amalienburg es una de las más destacadas creaciones del Rococó fuera de Francia y un perfecto ejemplo de lo que se ha denominado arquitectura inmaterial.




Fotos: Juan Ferrandis ©
Que maravilla Barbara!! Otro palacio para visitar!
Maravillosa descripción dela arquitectura ligada al periodo Rococo. !!!!!
Muchas gracias Queca. Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario. Me ha parecido un ejemplo de arquitectura muy interesante ya que refleja muy bien el gusto del Rococó. Un abrazo.
que lugar,,, un sueño!! gracias por enseñarnoslo y maravillosas fotos
Gracias por tu comentario. La decoración del Amalienburg es una autentica joya.