
«En el nombre de Dios todopoderoso… delante de cuia alta magestad yo su pobre esclavo estoi escribiendo este mi testamento y postrera voluntad.
… Yo Don Miguel Mañara, ceniza y polvo, pecador desdichado, que los mas de mis malogrados días ofendí a la magestad altíssima de Dios mi padre, cuya criatura y esclavo vil me confieso, serví a Babilonia y al demonio su príncipe con mil abominaciones, soberbias, adulterios, juramentos, escándalos y latrocinios, cuios pecados y maldades no tienen número y sólo la gran sabiduría de Dios puede numerarlos…, hago este mi testamento cerrado en la forma siguiente:
Mando mi alma con toda entera y libre voluntad a Dios nuestro señor, que la crió y redimió…
Item, mando mi cuerpo a la tierra, a la corución y gusanos, mi madre y mis hermanos, que lo tengan en depósito hasta que el señor de todas las cosas al fin del mundo lo buelva a la vida.
Item, mando que luego que yo fallezca sea puesto mi cuerpo sobre una cruz de ceniza, como mandan nuestras definiciones, los pies descalzos y enbuelto en la mortaja de mi manto, un santo christo a la cabecera con dos luces y descubierta mi cabeza. Desta suerte han de llevar mi cadáver en las andas de los pobres, con doce clérigos y no más, sin pompa ni música, a la yglesia de la Santa Caridad. Y le darán sepultura terrisa en el cimenterio de dicha yglesia que es el pórtico a la entrada de la yglesia, fuera de la puerta, para que todos me pisen y huellen, y allí sea sepultado mi sucio cuerpo, indigno de estar dentro del templo de Dios. Y es mi voluntad se ponga encima de mi sepultura una losa de media vara en quadro, escritas en ella estas palabras: Aquí yahazen los guesos y ceniças del peor hombre que a havido en el mundo. Rueguen a Dios por él.
… Y para cumplir este mi testamento, mandas y legados, y todo lo que en él va contenido, dejo por albaceas y testamentarios a… que para todo les doi mi poder cumplido, y les pido, puesto a sus pies, executen esta mi postrera voluntad como aquí ba referido, particularmente en lo que toca a mi funeral y entierro… Y si no lo hicieren, el señor de vivos y muertos se lo demande, porque quisieron ir las voces del mundo… gastando el dinero con que se puede remediar a Christo en sus pobres en la vana pompa de dar sepultura a un cuerpo podrido donde sean encerrado tantos pecados y abominaciones. Miren lo que hacen, que delante de Dios los tengo de acusar y pedir justicia, y estas letras an de ser su fiscal.»
Testamento del Venerable Siervo de Dios Don Miguel de Mañara, Caballero del ávito de Calatrava, Natural de la ciudad de Sevilla y Reedificador de la insigne Casa de la Caridad de dicha ciudad. Sevilla. 1679.

Simplemente GENIAL