El siglo XVII: crisis y una nueva dinastía


Jusepe Leonardo.Socorro de Brisach. 1634-1635. Museo Nacional del Prado.
Jusepe Leonardo. Socorro de Brisach. 1634-1635. Museo Nacional del Prado. Madrid

        La palabra crisis se ha convertido en un vocablo recurrente. La historia es cíclica, a tiempos de bonanza suelen suceder otros más inestables. A finales del siglo XVII, nuestro país se vio abocado a una grave crisis. El imperio español había llegado a un estado crítico ocasionado por las numerosas contiendas bélicas y por las epidemias. El desgaste se hizo patente mediando el siglo. Al retroceso de la actividad agraria, se sumó un estancamiento de la población. En 1640 se produjo la independencia de Portugal, que fue seguida por  las derrotas de Rocroi (1643) y las Dunas (1658). La Paz de Westfalia (1648) trajo consigo la independencia de Holanda y la Paz de Los Pirineos (1659) ocasionó la pérdida de una serie de territorios en la parte sur de los Pirineos a favor de Francia. El término de Paz de Westfalia se refiere a los dos tratados de paz de Osnabrück y Münster, firmados el 15 de mayo y 24 de octubre de 1648.

W Humer. Carlos II. Después del siglo XVII. Stadtmuseum. Düsseldorf.
W Humer. Carlos II. Después del siglo XVII. Stadtmuseum. Düsseldorf.

          Al frente del país se encuentra Carlos II “El hechizado” (1661-1700),  un rey enfermo e incapaz. La política matrimonial de la dinastía con sus continuos matrimonios consanguíneos condujo al ocaso a la Casa de Austria. Los Habsburgo ocupan el trono durante casi dos siglos. Su andadura comienza en 1517 con Carlos I, primogénito de Juana La Loca, hasta 1700 fecha del fallecimiento de Carlos II. Su padre Felipe IV fallece en 1665 siendo su heredero un niño de tan solo cuatro años, por lo que asume la regencia la reina viuda doña Mariana de Austria. Con catorce años Carlos II comienza a reinar, pero su pésima salud se lo impide. Al haber estado siempre enfermo no ha podido recibir una educación adecuada,  por lo que se ve abocado a delegar en unos gobernantes que realizaron una gestión inadecuada.

Juan Carreño de Miranda. Mariana de Austria. 1669. Museo del Prado. Madrid.
Juan Carreño de Miranda. Mariana de Austria. 1669. Museo Nacional del Prado. Madrid.

          Carlos II no tuvo hijos, a pesar de sus dos matrimonios. Esta etapa está considerada certeramente como uno de los momentos más negros de nuestra historia, ya que a la crisis militar y política se une la económica. Ya a principios del siglo XVII, se tenía fundadas esperanzas que la mala situación podía ser resuelta. Algunos consideraron que una de las causas principales de la pésima situación económica era el dominio de los extranjeros sobre el comercio de España. Se dependía sobremanera del exterior, por lo que hubo intentos de llevar a cabo una política proteccionista del mercado español para que se abasteciera de productos nacionales. En varios artículos hemos venido hablando de la pragmática dictada por Felipe IV en 1624, con el fin de erradicar los cuellos de encaje para uso masculino. Los encajes se importaban en gran parte de Flandes por lo que grandes cantidades de divisas salían fuera de nuestras fronteras.

Hyacinthe Rigaud. Felipe V. 1701. Palacio de Versalles.
Hyacinthe Rigaud. Felipe V. 1701. Palacio de Versalles.

          Unos meses después de la firma de la Paz de Los Pirineos, más concretamente el  9 de junio de 1660, en la localidad francesa de San Juan de Luz, Luis XIV contrajo matrimonio con su prima hermana por partida doble, María Teresa de Austria, hija de Felipe IV y su primera mujer Isabel de Borbón. El joven rey francés debió renunciar al trono español para sí y sus descendientes. La dote de la infanta fue estipulada en medio millón de escudos de oro. Esta suma nunca fue satisfecha, debido a la sangría que estaba ocasionando la guerra de Portugal. Luis XIV se consideró eximido del acuerdo sobre la renuncia a los derechos al trono español al no haber sido sufragada la dote. La pretendida «paz duradera» duró a penas siete años. Luis XIV consideró anulado el Tratado y las hostilidades derivaron en 1702 en la Guerra de Sucesión Española.

          El encuentro del séquito francés y español, con motivo de la entrega de la infanta y de la firma de la Paz de los Pirineos, tuvo lugar en la isla de los Faisanes en el río Bidasoa. El episodio se puede contemplar en un tapiz realizado en la fábrica de los Gobelinos entre 1665 y 1668.  La escena que representa es el fiel reflejo de lo dispar de los gustos francés y español. Felipe IV aparece sobriamente ataviado de negro con calzas, jubón y golilla, ofreciendo a su hija. La infanta luce un aparatoso guardainfante de satín blanco bordado y adornado de pequeños lazos de plata, junto al peinado característico de este indumento. Detrás vemos la comitiva en la que figuraba el pintor Diego Velázquez, que acudió en calidad de aposentador de palacio, y que fallecería poco después.  En frente, la comitiva francesa con el joven Luis XIV seguido de su hermano Felipe de Orleans. Todos portan grandes pelucas y complicados trajes repletos de encajes, cintas y adornos.

Jean Mozin (Taller) Fabrica de los Gobelinos.Historia del Rey. 3ª serie, 2ª pieza. Entrevista de Luis XIV y Felipe III en la isla de los Faisanes, el 6 de junio de 1660. Embajada de Francia en Madrid.
Jean Mozin (Taller) Fabrica de los Gobelinos.Historia del Rey. 3ª serie, 2ª pieza. Entrevista de Luis XIV y Felipe III en la isla de los Faisanes, el 6 de junio de 1660. Embajada de Francia en Madrid.

          El cambio de siglo llega con una nueva dinastía, la de los Borbones. Carlos II nombra sucesor a su sobrino el duque de Anjou, nieto de Luis XIV y de su hermana María Teresa,  segundo hijo del Delfín. Su testamento rezaba: “… y como tal le llamo a la sucesión de todos mis Reinos, y dominios, sin excepción de ninguna parte de ellos Y mando y ordeno a todos mis súbditos y vasallos de todos mis Reinos y señoríos que en el caso referido de que Dios me lleve sin sucesión legítima le tengan y reconozcan por su rey y señor natural, y se le dé luego, y sin la menor dilación, la posesión actual, precediendo el juramento que debe hacer de observar las leyes, fueros y costumbres de dichos mis Reinos y señoríos”.

Laumosnier. Paz de los Pirineos. Museo de Tesse. Le Mans.
Laumosnier. Paz de los Pirineos. Museo de Tesse. Le Mans.

        El rey Sol aceptó la corona para su nieto en tan solo veinticuatro horas, de tal manera que el duque de Anjou le fue presentado como rey de España en Versalles el 16 de Noviembre de 1700, renunciando a sus derechos al trono francés. Viendo el enorme poder que acumulaba Francia, otras potencias europeas se alían con Austria por miedo a perder sus intereses en el comercio atlántico. Esto desataría un conflicto bélico entre las facciones borbónica y austriaca. La guerra de Sucesión (1702-1714) aparte de una gran ruina económica, supuso la desmembración de los territorios hispánicos. Durante el siglo  XVII el imperio fue cayendo paulatinamente en un gran declive, las glorias de otros tiempos habían pasado. Nuestro país ya no era  más poderoso, supremacía que según los más críticos había transformado al español en un ser arrogante y orgulloso.

François Pascal Simon Gerard. 1800-24. Proclamación del duque de Anjou como rey de España. Versalles.
François Pascal Simon Gerard. 1800-24. Proclamación del duque de Anjou como rey de España. Versalles.

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