“¡Oh infelices mortales! ¡Oh tierra deplorable! ¡Oh espantosa reunión de todos los mortales! ¡De inútiles dolores la eterna conversación! Filósofos engañados que gritan: “Todo está bien”, ¡vengan y contemplen estas ruinas espantosas! Esos restos, esos despojos, esas cenizas desdichadas, esas mujeres, esos niños, uno sobre otro, apilados, debajo de esos mármoles rotos, esos miembros diseminados;…