La Colección Cubista de Telefónica, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla


          Desde el 7 de marzo y hasta el 29 de junio el Museo de Bellas Artes de Sevilla acoge una selección de 38 obras pertenecientes a la Colección Cubista de Telefónica. Este acopio de pinturas surgió con la intención de cubrir un vacío en las colecciones españolas sobre este movimiento detonante de las vanguardias. La muestra propone una visión alternativa a la de la historiografía tradicional, más centrada en Georges Braque y Picasso, e incluye diferentes propuestas de artistas europeos y latinoamericanos.

Juan Gris. La Chentause. 1926.
Juan Gris. La Chentause. 1926.

          La colección entiende el cubismo como un movimiento medular en la historia del arte moderno, generador de otras tendencias artísticas de extensa trayectoria. Una corriente múltiple y diversa en cuanto a lenguajes, técnicas y registros artísticos, lo que supone una revisión de la historia de este movimiento a fin de recoger su complejidad y variantes y revisar las derivaciones de la plástica cubista. De hecho, el Cubismo supuso un punto de encuentro entre el arte europeo, radicado en París, el arte español y el arte latinoamericano.

Emilio Pettoruti. Il grappolo di uva. 1914.
Emilio Pettoruti. Il grappolo di uva. 1914.

          Las 38 obras exhibidas pertenecen a Juan Gris, Albert Gleizes, Jean Metzinger, Louis Marcoussis, André Lhote, George Valmier, María Blanchard, Xul Solar, Rafael Barradas, Emilio Pettoruti, Vicente Huidobro, Vicente do Rego Monteiro, Joaquín Torres García, y los españoles Joaquín Peinado, Daniel Vázquez Díaz y Manuel Ángeles Ortiz. El cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, nacido en Francia y encabezado por Pablo Picasso, Georges Braque y Juan Gris Es una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ismo más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional.

George Valmier. Paysage. 1920.
George Valmier. Paysage. 1920.

          A partir de 1910 otros pintores se sumaron al movimiento. Algunos adoptan la estética cubista desde primera hora como Lhote o Gleizes y Metzinger, autores de Du cubisme, un texto con gran repercusión en el que exponían su teoría de la forma plana y las perspectivas pluridimensionales. Otros se incorporan más tarde, como María Blanchard que lo hizo por un breve pero intenso periodo en el que creó una serie de bodegones de gran pureza geométrica. La Primera Guerra Mundial, puso fin a la fase más creadora del cubismo. Podemos decir que durante estos años el color se vuelve más intenso y las formas se adornan, la geometría se suaviza y va aumentando la sensación espacial y la profundidad de las composiciones. En la posguerra, sólo Juan Gris siguió trabajando el cubismo más o menos ortodoxo

Juan Gris. La fenêtre aux collines. 1923.
Juan Gris. La fenêtre aux collines. 1923.

           Por último, otros artistas que transformaron y reinterpretaron el lenguaje cubista son los españoles Daniel Vázquez Díaz y Manuel Ángeles Ortiz, cuyo Balcón abierto y plato con pescados incorpora el paisaje de fondo a los planteamientos cubistas. Estas derivas muestran que el cubismo fue más allá del año 1920, fecha en la que tradicionalmente se ha establecido el final de su etapa más canónica, y que su identidad no puede reducirse a una sola fórmula pues su capacidad de transformación lo convirtió en un legado estético que ha perdurado en el tiempo.

Manuel Ángeles Ortiz. Balcón abierto y plato con pescados. 1924.
Manuel Ángeles Ortiz. Balcón abierto y plato con pescados. 1924.

2 Comentarios

  1. beasatrus dice:

    Gracias Bárbara! !! Buena idea q nos aportes sobre el panorama cultural actual!!!

    1. ¡Me alegra que te guste la iniciativa! Muchas gracias y un abrazo.

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