Los toros, por la tarde


Juan de la Corte. Plaza Mayor de Madrid, (detalle). Hacia 1623. Museo Municipal. Madrid.
Juan de la Corte. Plaza Mayor de Madrid, (detalle). Hacia 1623. Museo Municipal. Madrid.

          La celebración de corridas de toros por parte de la Corona proviene de fechas remotas, la primera de la que se tiene constancia documental se remonta a la Edad Media. El poder político celebraba sus triunfos por todo lo alto, las plazas públicas convenientemente preparadas con gradas y andamios eran el escenario de estos divertimentos. El siglo XVII supone el momento culminante del toreo caballeresco, Felipe III mandó construir la plaza Mayor de Madrid para que sirviera de marco, entre otras cosas, a estos espectáculos, de hecho fue inagurada con una corrida en 1619.

Anónimo. Plaza Mayor de Madrid. Siglo XVII. Museo  Municipal. Madrid.
Anónimo. Plaza Mayor de Madrid. Siglo XVII. Museo Municipal. Madrid.

          La Corte en pleno acudía a la plaza teniendo cada autoridad su lugar asignado. Los reyes se situaban en el balcón de la Casa de la Panadería donde no corrían ningún peligro si algún toro se desmandaba. Para sus salidas de palacio la familia real era protegida y custodiada por el Real Cuerpo de Alabarderos creado por Fernando el Católico en 1504. El rey de Aragón fue víctima de un atentado en Barcelona lo que conllevó la creación de un cuerpo especial que velara por su integridad.

José Jiménez Aranda. Un lance en la plaza de toros. 1870. Museo Carmen Thyssen. Málaga.
José Jiménez Aranda. Un lance en la plaza de toros. 1870. Museo Carmen Thyssen. Málaga.

          Hasta finales del siglo XVIII no podemos hablar propiamente de corridas de toros, la lidia ha ido evolucionando pasando por distintas etapas hasta llegar al toreo de a pie. Desde 1730 en Madrid y Sevilla las corridas se celebraban el mismo día en sesiones de mañana y tarde, a esto se llamaba “corrida entera”. En Sevilla entre 20 y 25 toros, 10 por la mañana y de 10 a 12 por la tarde. En Madrid menos, de 12 a 18, al no estar la lidia todavía codificada no se ejecutaban idénticas suertes en las dos plazas. En 1814 en ambas ciudades se comenzó a lidiar exclusivamente por la tarde. En 1852 el reglamento estableció 8 toros por corrida, no obstante a partir de 1868 quedó en 6, tal y como ha llegado a nuestros días.

Corrida de la Beneficencia. Desaparecida plaza de toros de la calle Alcalá. Madrid. Siglo XIX.
Corrida de la Beneficencia. Desaparecida plaza de toros de la calle Alcalá. Madrid. Siglo XIX.